Educación y Rousseau

La educación se puede concebir de multitud de formas, desde el aprendizaje progresivo basado en la práctica y puesta en escena de conocimientos aprendidos hasta la simple memorización de conceptos cuya asimilación es cuestionable.

En la educación es clave el papel de la memoria, nuestro aprendizaje depende totalmente de ella. Cada tipo de memoria (sensorial, a corto plazo y a largo plazo) es correspondido con un tipo de aprendizaje.
Rousseau defiende el empleo de la memoria implícita, es decir, el aprendizaje inconsciente y permanente, de manera que el estudiante desarrolle la espontaneidad del pensamiento, siendo este capaz de deducir, llegar a alcanzar por sí mismo sus propias conclusiones y de desarrollar un comportamiento crítico. Tendemos a ser menos influenciables si poseemos una amplia gama de conocimientos, no ignorando los hechos que nos rodean.

El sistema educativo actual, sobre todo centrándonos en 2º Bachillerato (que está enfocado en la preparación para la prueba EBAU), nos incita a la toma de conocimientos de una forma repetitiva y mecánica, sin poder llegar a analizarlos o juzgarlos dado el poco tiempo con el que contamos para asimilarlos, siendo esta acción nuestro principal deber, no importa el cómo.
Debemos controlar de una forma plena amplia variedad de conocimientos pertenecientes a distintas ramas, algunas relacionadas entre sí y otras totalmente dispares. ¿Realmente llegaremos a poner en práctica a lo largo de nuestras vidas todos los conocimientos ofrecidos en el transcurso de las clases o, por el contrario, con el paso del tiempo los iremos olvidando?
No contamos con ninguna posibilidad de salir de los cánones establecidos, el temario está prefijado, teniéndonos que examinar de ello en el futuro. Al final, solo parece una competición entre quién asimila más rápida y eficazmente los conocimientos, convirtiendo el aprendizaje en algo mecánico.
En la universidad nos especializamos (¿qué pasa si queremos seguir adquiriendo conocimientos pertenecientes a todas las ramas?, ¿tenemos claro a qué dedicar nuestro futuro?, ¿por qué tomar la decisión a una edad tan temprana en comparación a todo lo que nos queda por vivir?), elegimos qué queremos estudiar (supuestamente nos comportamos espontáneamente), seguimos queriendo ganar conocimientos, aunque nuestras prioridades cambian, esta vez el aprendizaje es el camino para garantizar nuestro futuro, si queremos vivir satisfactoriamente.
En el sistema educativo español encontramos cursos obligatorios (ESO, primaria...). Se presenta la necesidad de "aprender" estudiando pero no a almacenar conocimientos con éxito, que sería la meta idónea.
Después de un examen, ¿qué debería de importar más, la nota obtenida, un número, o los conocimientos ganados, valorando el proceso de aprendizaje?

En resumen, en el sistema educativo español nuestros actos están limitados, la espontaneidad de nuestras acciones está completamente anulada por el temario regido, sin embargo, contamos con la posibilidad de desarrollarnos como seres críticos, depende de la persona el hecho de aprovecharla o no. No considero que este termine con las ganas de continuar aprendiendo, una persona poseedora de conocimientos estará ávida por adquirir más durante toda su vida. Comparándonos con países del norte de Europa, el estudiante español sale en clara desventaja puesto que en estos sí que se motiva y potencia al estudiante (este cuenta también con más libertad), alimentando su curiosidad y ganas por aprender (mera generalización, depende totalmente de cómo los profesores impartan la asignatura aunque el mayoría de casos los profesores se encuentran igual de limitados que los alumnos).

Es cierto que el sistema educativo español no esta muy bien elaborado. Esto se debe que cada gobierno, saca a delante su propia ley de educación, cambiando así los temarios, organización del sistema educativo. Solo hay que observar los datos. Desde la restauración de la democracia en nuestro país, ha habido 6 leyes educativas distintas, contando con la LOECE (que no entró en vigor) y la LOCE (que tampoco entró en vigor por el cambio de gobierno de 2004). En orden cronológico sin contar estas que no salieron adelante están: LODE, LOGSE, LOE Y LOMCE.
En cambio si miramos a otros países europeos, algunos de estos no tienen tantas, ya que la base de esa ley se mantiene y solo se hacen modificaciones superficiales.
Por eso, para que España tenga un buen sistema educativo, todos los partidos políticos tienen que dialogar para así, llevar a cabo una buena ley de educación que no se esté cambiando cada 4 años y mejore la calidad del sistema educativo y de los estudiantes.
Añadir que, en España, un colegio de Madrid, superó en nota a los de Finlandia. Un hecho asombroso que hace ver que aunque España necesita una mejora en el sistema educativo, con esfuerzo de todos incluyendo a los alumnos y profesores, se pueden alcanzar grandes logros.
Aquí el enlace sobre ese colegio público: http://www.hoy.es/sociedad/educacion/201605/27/colegio-madrileno-supera-finlandia-20160527125133-rc.html

Aunque es difícil que los partidos políticos se pongan todos de acuerdo, nada es imposible, solo hay que hacerles ver que es un tema importante y que afecta a todos y al futuro, no solo a nosotros, sino, también a nuestro país.

Esta claro que el sistema educativo español necesita una serie de cambios, o un sistema que al fijarse no tenga ningún cambio; un sistema que sea parecido al de los demás países. Pero si es verdad que a lo largo de los estudios de los jóvenes, no se adquiere una base sólida de conocimientos, si no que como ya han dicho, solamente se trata de ver quien puede dar más materia o de ver quien es capaz de sacar más notas. ¿Son las notas a la hora de la verdad tan importantes? En realidad si lo son para nosotros; porque esas notas que obtendremos durante los 2 cursos de bachillerato y la EBAU nos darán acesó a la universidad y quedarán en nuestro expediente.
Si los partidos políticos se pusieran de acuerdo seria de gran ayuda; cómo ya ha dicho mi compañero Javier, pero eso seria algo casi imposible por los ideales de cada partido pero; al final y acabo un buen sistema educativo es un objetivo claro a alcanzar.

Rousseau consideraba a la educación como el camino idóneo para formar ciudadanos libres conscientes de sus derechos y deberes en el nuevo mundo que se estaba gestando. Pero el se dio cuenta de que el sistema educativo imperante era incapaz de llevar a cabo esta labor.
Esto es un reflejo de lo que está ocurriendo con nuestro sistema educativo actual, donde se prioriza el aprendizaje memorístico, no se le da importancia a la creatividad, no se hace una enseñanza individualizada, etc.
Además, no hay un pacto de estado para hacer una ley definitiva de educación, donde los partidos políticos dejen de lado sus intereses y empiecen a mirar por el bien de la comunidad educativa. Malgastamos recursos en aplicar las distintas leyes que se van implantando, en vez de gastarlos en la propia formación del alumno.
En definitiva, igual que en la época de Rousseau, nuestro sistema educativo es incapaz de formar a ciudadanos libres.