¿Cuál es el papel del filósofo en la sociedad?
Víctor Bautista
el 26/04/2018 a las 12:21 Citar este mensaje
Tras los días que hemos pasado en Sangas se ha construido una sociedad (a veces a trompicones) en la cual cada persona trató de sacarse las castañas del fuego como pudo para vivir. Ahora bien, ¿qué diferencia a esta edición de las anteriores? Que la mayoría de los participantes eran filósofos. Pero, realmente, ¿eso hizo que las cosas se desarrollasen de manera distinta a las anteriores ediciones? Un gobierno, un atentado para forzar el cambio, otro gobierno, la gente trabajando para tener un lugar en el que dormir y algo que llevarse a la boca... No parece que haya habido una gran diferencia con respecto a ediciones en las cuales los participantes eran legos en la materia. Entonces, traigo este tema al foro para que intentemos reflexionar y así dar entre todos con nuestro papel en la sociedad, en vistas a que, incluso en una sociedad mayoritariamente compuesta por filósofos,ofía nuestra disciplina pasó a un segundo plano, dejando primar asuntos organizativos y burocráticos.
Una cuestión que sí que fue diferenciadora con respecto a ediciones pasadas consistió en que hubo muchísimos más debates y asambleas, como se comenta por ahí a modo de sátira. Quizás salga a la luz este carácter humorístico del asunto precisamente por la ineficacia de dichas reuniones. A mi juicio, todo se desarrolló de este modo porque parece ser que, a pesar de que la filosofía requiera una actitud crítica, quien la conoce y la practica en un ser dogmático. La capacidad de argumentación que muchos tienen puede que derive en cierta persistencia a la hora de dar vueltas respecto a un tema para seguir argumentando en su favor, en vez de buscar una alternativa que satisfaga a todas las partes del debate (porque, por lo visto, se vuelve muy complicado llegar a ese punto).
No obstante, en esta "naturaleza" argumentativa de quien trabaja la filosofía considero que también está su capacidad para tener un papel necesario en el mundo. Puede que el papel que se ha de adoptar tenga que ir más allá de dar a conocer las reflexiones más relevantes de nuestra historia, de analizar los paradigmas del pensamiento, y de dar con las cuestiones clave de nuestro tiempo (tratando, en algunos casos, de elaborar sistemas). No estoy diciendo que haya que abandonar esa postura, pero creo que toda esa labor es la que se puede hacer desde la famosa “torre” desde la que se hace filosofía para el resto de la sociedad. No obstante, creo que la filosofía también podría tener cabida fuera de ese ámbito. La actitud crítica, la capacidad de dar con las cuestiones clave de unos u otros temas, la amplitud de análisi[i]s y relación de conceptos… son cualidades que, a mi juicio, desarrolla una persona que se forme en este campo, y que pueden ser llevadas a la práctica. La cuestión es que para que esto suceda y tenga un valor real, ha de practicarse, o por lo menos eso he podido apreciar yo en Sangas. Ese podría ser el medio para abandonar el dogmatismo: conocer otras perspectivas y adecuarlas a los propios sistemas de pensamiento y de ideales para lograr una organización mayor, desarrollando la capacidad de relación de ideas (e ideales). En la medida en la que se aprenda a hacer esto (insisto, a través de más prácticas, pues un fin de semana se queda corto), tendría cabida plantear que el papel de la filosofía fuese fomentar de este modo el mejor consenso, a través de la tolerancia y la relación de concepciones, alejándose cada vez más de la imposición de ideas, volviéndose a labrar una buena reputación en la sociedad, solucionando problemas reales (no solo políticos, sino en cualquier ámbito que requiera mediación para salir adelante), sin abandonar su papel a la hora de plantear las cuestiones fundamentales en todas las dimensiones en las que se ve envuelto el ser humano.
Dicho esto, invito a participar en este hilo a quien quiera a reflexionar acerca del tema, criticar esta visión, proponer alternativas u otras perspectivas... o cualquier cosa que fomente el debate para intentar sacar algo en claro de toda la actividad, para que, a ser posible, demos con el mejor modo de encajar en nuestro tiempo, y tratemos así de evitar que nos hagan desaparecer.
Una cuestión que sí que fue diferenciadora con respecto a ediciones pasadas consistió en que hubo muchísimos más debates y asambleas, como se comenta por ahí a modo de sátira. Quizás salga a la luz este carácter humorístico del asunto precisamente por la ineficacia de dichas reuniones. A mi juicio, todo se desarrolló de este modo porque parece ser que, a pesar de que la filosofía requiera una actitud crítica, quien la conoce y la practica en un ser dogmático. La capacidad de argumentación que muchos tienen puede que derive en cierta persistencia a la hora de dar vueltas respecto a un tema para seguir argumentando en su favor, en vez de buscar una alternativa que satisfaga a todas las partes del debate (porque, por lo visto, se vuelve muy complicado llegar a ese punto).
No obstante, en esta "naturaleza" argumentativa de quien trabaja la filosofía considero que también está su capacidad para tener un papel necesario en el mundo. Puede que el papel que se ha de adoptar tenga que ir más allá de dar a conocer las reflexiones más relevantes de nuestra historia, de analizar los paradigmas del pensamiento, y de dar con las cuestiones clave de nuestro tiempo (tratando, en algunos casos, de elaborar sistemas). No estoy diciendo que haya que abandonar esa postura, pero creo que toda esa labor es la que se puede hacer desde la famosa “torre” desde la que se hace filosofía para el resto de la sociedad. No obstante, creo que la filosofía también podría tener cabida fuera de ese ámbito. La actitud crítica, la capacidad de dar con las cuestiones clave de unos u otros temas, la amplitud de análisi[i]s y relación de conceptos… son cualidades que, a mi juicio, desarrolla una persona que se forme en este campo, y que pueden ser llevadas a la práctica. La cuestión es que para que esto suceda y tenga un valor real, ha de practicarse, o por lo menos eso he podido apreciar yo en Sangas. Ese podría ser el medio para abandonar el dogmatismo: conocer otras perspectivas y adecuarlas a los propios sistemas de pensamiento y de ideales para lograr una organización mayor, desarrollando la capacidad de relación de ideas (e ideales). En la medida en la que se aprenda a hacer esto (insisto, a través de más prácticas, pues un fin de semana se queda corto), tendría cabida plantear que el papel de la filosofía fuese fomentar de este modo el mejor consenso, a través de la tolerancia y la relación de concepciones, alejándose cada vez más de la imposición de ideas, volviéndose a labrar una buena reputación en la sociedad, solucionando problemas reales (no solo políticos, sino en cualquier ámbito que requiera mediación para salir adelante), sin abandonar su papel a la hora de plantear las cuestiones fundamentales en todas las dimensiones en las que se ve envuelto el ser humano.
Dicho esto, invito a participar en este hilo a quien quiera a reflexionar acerca del tema, criticar esta visión, proponer alternativas u otras perspectivas... o cualquier cosa que fomente el debate para intentar sacar algo en claro de toda la actividad, para que, a ser posible, demos con el mejor modo de encajar en nuestro tiempo, y tratemos así de evitar que nos hagan desaparecer.